La diseñadora gráfica sueca Elisabeth Fredriksson descubrió su energía creativa a una edad temprana. A partir del dibujo y la fotografía desarrolló un estilo inconfundible, que se refleja en sus obras gráficas. Elementos de la naturaleza y armoniosos juegos de color caracterizan sus obras de varias capas. Todo, desde un grano de arena hasta el universo, puede servir de inspiración.