El pintor ucraniano Kazimir Severinovich Malevitsch consideraba el mundo como no representativo, negaba la existencia de la realidad y desarrolló su propio estilo de arte abstracto basado en estos pensamientos: el suprematismo. Redujo la pintura a formas geométricas básicas y utilizó únicamente los colores blanco y negro. Los cuadros de Malevitsch despliegan su efecto purista especialmente bien impresos sobre aluminio.