Muchos de los misterios de Hieronymus Bosch tal vez nunca se resuelvan, porque sus imágenes y símbolos, nacidos de una imaginación inagotable, se mueven entre el conocimiento y la condenación. Como un genio colosal, interpretó el mundo bíblico con criaturas o bestias míticas curiosas, grotescas, incluso demoníacas.