Julius Klinger fue un artista austriaco que trabajó principalmente como ilustrador de libros y revistas críticas y subversivas. Su obra creativa se caracteriza por una técnica impecable en blanco y negro y por un ingenio y una originalidad incomparables. Como representante del modernismo, mostró claras afinidades estilísticas con Klimt y Somow. Sus cuadros son testimonios de la historia contemporánea del cabaré y aportan un toque intelectual a tus cuatro paredes en forma de láminas o cuadros de madera.