Pocos artistas representan a la Bauhaus tan bien como lo hace Oskar Schlemmer. Su esfuerzo armonizador se basa en el ser humano como medida y centro de las cosas, mientras que sus figuras estereométricas aspiran a la universalidad. La Escalera de Bauhaus, inspirada en el cubismo y la vanguardia francesa, sirve de modelo en este sentido. El carácter constructivista se enfatizará especialmente con una impresión sobre aluminio o metacrilato.