El pintor francés Paul Signac es considerado uno de los artistas más importantes del neoimpresionismo. Junto con Georges Seurat, desarrolló el puntillismo. Aquí, se yuxtaponen toques regulares de colores puros, que solo se funden en una composición global en el ojo del espectador. Así, los colores de las pinturas obtienen una inimaginable luminosidad pura, que da a cada cuadro una profundidad muy especial.