Treechild, cuyo verdadero nombre es Nina, visitó numerosas exposiciones y vernissages con su padre cuando era niña. Más tarde, aprendió ella sola a dibujar y a fotografiar a través del autoaprendizaje y comenzó a dar rienda suelta a su vena artística. Con la cámara o el pincel y la acuarela, crea imágenes coloridas llenas de curiosidad, ingenio y alegría.